Siempre me ha sido muy sugestivo el tema de la inteligencia, y también como medirla, pues de la inteligencia se supone devienen los resultados.
Hasta hace poco tiempo, el coeficiente de inteligencia (CI) que medía el ámbito sobre todo del hemisferio izquierdo (pensamiento lógico y analítico, lenguaje, cálculo: el ámbito “racional”) ha sido el baremo fundamental de medición de la inteligencia de alguien. Hace menos de 30 años, empezaron a introducirse otros baremos de medición de la inteligencia, puesto que se daba una paradoja: muchas personas con un CI alto, eran unos auténticos desgraciados en su vida, u obtenían pobres resultados. La inteligencia emocional, la inteligencia social, y otras muchas inteligencias, empezaron a aflorar (véase Gardner, por ejemplo), que explicaban de otra manera este tema.
Posiblemente, la inteligencia sea una combinación y mezcla de todas esas “subinteligencias”, pero como casi siempre, una excesiva categorización nos lleva a perder la perspectiva, a entrar demasiado en detalle, y no ver el conjunto. Así que me planteé una pregunta sencilla, esperando una respuesta sencilla:
¿Cómo puedo saber cuan inteligente es una persona? Y la respuesta, no sé de donde, me surgió como un automatismo: viendo si la vida que vive es la que quería vivir.
Asi que para mi, desde hace tiempo, una persona inteligente es la que ha orientado sus acciones y decisiones a vivir la vida que desea. Pero atención: la vida que desea es distinto a “esto es lo que hay”, al conformismo, o a la resignación. Se trata de crear una vida alineada con lo que uno es, y donde estén presentes los valores (cosas importantes) de cada uno. Eso, para mi, es calidad de vida. Y la calidad de vida deviene de cuan inteligentemente nos lo montemos.
Dicen los sabios, que la vida a cada uno nos da cartas diferentes, que pueden ser percibidas en muchos casos como injustas. Pero una vez dada la mano, a nosotros nos toca jugar con lo que hay, para generar los mejores resultados.
Son vox populi multitud de personas que a priori lo tenían todo en contra, y han actuado con extremada inteligencia, generando estupendos resultados para su vida (resultados interiores incluidos). Y otros, han dilapidado su potencial y sus cartas (fueran buenas o no tan buenas), por:
- Desconocimiento
- Miedo (al éxito, al error, al que dirán, a salirse de la foto, a ver cosas de uno que uno no quiere ver, al esfuerzo, al autocuestionamiento, al cambio…)
- Servidumbre a lo establecido
- Prepotencia
- Ego y orgullo
- Comodidad y conformismo
- Y otros en los que ahora no caigo y que los habrá
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Pero...¿Cómo se puede ser más inteligente = vivir la vida que deseas de verdad?
A priori se me ocurren varias cosas, que podrían funcionar (no tienen que darse ni mucho menos a la vez, ni son iguales de importantes unas que otras: pero todas suman):
- Dar sentido a la vida, determinar mi para qué, mi misión (nadie dijo que esto fuera fácil, hay que explorar y probar)
- Detectar que es importante para uno (pero que muy importante, y que no debería negociarse nunca) (suelen ser valores clave)
- Aprender a vivir en la incertidumbre, viéndola como una oportunidad
- Trabajarse interiormente
- Rodearse de los mejores y modelarles
- Ser uno mismo (y estar dispuesto a cambiar cuando sea necesario)
- Reinventarse con frecuencia
- Tener sentido de gratitud (darse cuenta del o que uno tiene y apreciarlo)
- Competir con uno mismo y trabajar para sacar la mejor versión que todos llevamos dentro
- Contribuir a otros /al mundo
- Ser buena persona
- Tomar decisiones, e ir cambiándolas hasta obtener el resultado deseado
- Estar dispuesto a pagar los precios necesarios, si el premio lo merece
- Querer vivir una vida donde estén presentes la ilusión y la pasión, y dar los pasos necesarios en esa dirección, aunque cuesten (aunque haya riesgos)
- Confiar en la intución /brújula interior
- Prepararse, formarse, y aprender continuamente (que no es posible, sin la humildad del aprendiz)
- Disfrutar de los pequeños momentos, de las pequeñas cosas
- Disfrutar del camino y de los resultados (de ambas cosas)
- Definir qué quiero, y tener fe, además de crear un plan de acción, y ponerlo en práctica
- Tener el escáner listo para detectar cuando uno está donde deber estar (creo firmemente que la vida viene a tomar café, y hace las cosas fáciles, a aquellos que están donde deberían) (y eso puede ser un trabajo largo, pero compensa)
- Dedicarse a aquello donde uno tiene talento, donde disfruta
Seguro que también hay mas cosas, y posiblemente se te ocurrirán
Supongo que a todo esto subyace el hecho de ser proactivo, o lo que es lo mismo: aceptar que somos hijos de las decisiones que hemos tomado; que las hemos tomado nosotros, y no otros (porque pudimos elegir otras opciones, pero por x o por y, elegimos esta); y que estas decisiones te han llevado a donde estás hoy. Así, que la responsabilidad de donde estás hoy, es tuya, y la responsabilidad de cambiar tus decisiones y acciones para ir en otra dirección si hay cosas que no te gustan en tu vida, también es tuya (pero el victimismo, el echar las culpas a otras cosas/personas, es demasiado goloso casi siempre).
En mi vida, he descubierto que he actuado muy poco inteligentemente miles de veces, y mi objetivo, es tomar cada vez mas decisiones con sentido, que generen los resultados que quiero, pagando los precios si es necesario.
Así que si asumiéramos que la inteligencia se percibe en la calidad de vida, en como se lo han montado las personas (insisto: no solo exteriormente, sino interiormente), veríamos que no hay muchas personas inteligentes. Y abundan las que no lo son, por mucho estatus, ingresos, formaciones, circunstancias, que tengan/hayan pasado.
Seguro que si miras alrededor, encuentras algunas. ¿y tú, cuanto inteligente eres?
Y si no estás contento/a con la respuesta, ¿qué vas a hacer a partir de ahora para cambiarla?